El Gobierno negocia una baja del precio de los combustibles, mientras que las empresas buscan evitar una reducción importante del valor del barril de crudo para que no se afecte la producción, dijeron a la agencia internacional Reuters fuentes con conocimiento de la negociaciones. El precio del barril que cobran las petroleras está desvinculado de la cotización internacional, que caía a menos de U$S 60. En Argentina, las empresas reciben U$S 84 por barril. “Se está evaluando una baja en el precio de la nafta (gasolina)”, dijo a Reuters una fuente oficial, que descartó una reducción del 7% en las naftas de YPF, petrolera bajo control estatal, como informaron algunos medios nacionales.
A su vez, una fuente del Ministerio de Economía confirmó que “se estudia la situación internacional, la situación del sector y entre ellas, el precio de las naftas”. La reducción sería de entre un 3% y un 5%, según trascendió. Una opción que se está evaluando es compensar a las petroleras con algún tipo de beneficio impositivo, agregó.
Mantener un alto precio del barril es importante para atraer los U$S 200.000 millones que se necesitan para desarrollar Vaca Muerta, una formación que podría albergar la mayor reserva de hidrocarburos no convencionales del mundo, y con la que el país busca volver a ser autosuficiente en energía. La caída importante que ha tenido el precio del petróleo y la inflación galopante que sufre el país llevan al Gobierno a buscar una reducción de los valores de las naftas, que han aumentado cerca de un 60% en el año. La desvinculación del precio local del petróleo del internacional ayudó a mantener los precios de las naftas bajo control en Argentina en momentos en que el crudo cotizaba sobre los U$S 100.